miércoles, 23 de junio de 2010

ÁLAMO BLANCO


También conocido como chopo, el álamo blanco (Populus alba) es un árbol de hasta 25 metros de altura que habita en las márgenes fluviales. De tronco cilíndrico y recto, blanco o grisáceo, liso en los pies jóvenes y agrietado longitudinalmente hasta cierta altura en los añosos. De hojas caducas, simples y alternas que pueden ser ovales o palmeado-lobuladas, con pecíolo poco comprimido y limbo blanco-tomentoso por ambas caras, después, verde oscuro por el haz y blanco o verde grisáceo por el envés. Sus flores masculinas son grandes y rojizas, en amentos colgantes, y las flores femeninas son de color amarillo-verdoso sobre pies separados. El fruto es una cápsula bivalva, ovoidea y lampiña.



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miércoles, 9 de junio de 2010

EL LAUREL


Los griegos le llamaban dáphne en referencia a la leyenda en la cual la ninfa Daphne fue convertida en laurel con el fin de eludir a Apolo; el árbol se convirtió en sagrado para los dioses y se utilizaba en las fiestas en su honor, y cuando el culto pasó a Roma, con laurel se fabricaron las cintas que coronaban la cabeza de los vencedores y de los poetas.
El laurel (Laurus nobilis) es un árbusto de hojas perennes, de color verde brillante, alternas, coriáceas, de forma lanceolada y muy aromáticas. Es una especie dioica (con ejemplares macho y ejemplares hembra). Sus flores son unisexuales, amarillentas y reunidas en pequeñas umbelas. Sus frutos son drupas negras, brillantes, de forma ovoide, parecidas a las aceitunas.


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martes, 1 de junio de 2010

EL CEREZO SILVESTRE


Las plantas son unos modelos pacientes, posan para que puedas retratarlas y ni se quejan ni se mueven. Así todos mis dibujos tomados “al natural” pueden mostrar muchas de sus intimidades. Como este Cerezo silvestre (Prunus avium) que nos enseña, sin ningún tipo de sonrojo sus hojas, sus frutos e incluso sus órganos sexuales: sus flores.
Este árbol alcanza los 30 metros de altura, un tamaño bastante mayor que los cerezos de variedades frutales y es mucho más resistente que éstos. Sus hojas son caducas de forma aovada y oblonga con el margen dentado. De flores blancas, con cinco sépalos, cinco pétalos y numerosos estambres, se reúnen en haces en forma de umbela. Sus frutos, pequeños en comparación con las variedades que vemos en las fruterías, no les envidian sin embargo en sabor, a las que supera con creces en muchas ocasiones. Suelen ser de color rojo en su madurez aunque ocasionalmente pueden presentarse en tonalidades claras tomando matices amarillentos.



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