jueves, 18 de noviembre de 2010

EL ACEBUCHE


Manzanilla o gordal, arbequina o picual, primorosos frutos del vetusto olivo, bien arraigado en nuestras tierras y en nuestras tradiciones. Pero aunque el parecido les delata y su parentesco es obvio, el dibujo que os muestro hoy no representa a la forma cultivada productora de decenas de variedades de exquisitas aceitunas, sino a la especie que con toda seguridad dio origen al entrañable olivo. Se trata del Acebuche (Olea europaea var. sylvestris), un arbusto o arbolillo pequeño significativamente menor que su pariente cultivado. Alcanza entre metro y “metroymedio” de altura. Posee un porte achaparrado y ramas intrincadas. Sus hojas son opuestas, lanceoladas, coriáceas y con el margen entero algo revoluto. El color del haz es verde oscuro mientras que si giramos la hoja encontraremos un envés verde grisáceo y cubierto de pequeños pelillos (tomentos). Las flores son minúsculas y blancas, distribuidas en pequeños racimos axilares, con el cáliz gamosépalo con 4 pequeños dientes, y la corola gamopétala con 4 pétalos abiertos en forma de estrella y 2 estambres. El fruto es una drupa, recibe el nombre de acebuchina y tiene un aspecto similar a las aceitunas cultivadas pero de tamaño bastante más pequeño. Contiene una única semilla que está bastante estriada y es idéntica pero en miniatura a los huesos de aceituna que todos conocemos. Como confirmación de que ambas son una misma especie, si sembramos sus respectivas semillas nos dará el mismo  resultado: un  acebuche.