martes, 26 de octubre de 2010

EL ACEBO


Seguramente alguno sólo se acuerde de esta planta cuando se acerca la Navidad. Hoy, cuando aún faltan algunos meses para esas fechas tan señaladas quiero recordar que el acebo no es un adorno que se compra en las tiendas de todo a cien sino que se trata ante todo de una planta de primordial importancia para nuestros bosques. El acebo (Ilex aquifolium) es un arbusto que alcanza de 8 a 10 metros de altura provisto de corteza lisa, verde al principio y después grisácea. El follaje es de forma piramidal cónica formado por hojas persistentes, ovales y elípticas, otras veces agudas con los márgenes irregularmente dentados y espinosos. Son coriáceas y alternas de color verde oscuro brillante por el haz y más claro y mate por el envés. Las flores son unisexuales, pequeñas y de pedúnculo corto, existiendo acebos con floración masculina y acebos con floración femenina. El fruto es una drupa globosa de color rojo brillante que contiene cuatro semillas en forma de diminutos gajos de naranja. Este fruto posee propiedades purgantes.




jueves, 7 de octubre de 2010

EL AVELLANO


Antiguamente el avellano se consideró una fuente de cultura pues los maestros utilizaban las varas de este árbol para instruir a sus alumnos, (ya saben “la letra con sangre entra”, decían). Bromas aparte, hoy en día el avellano (Corylus avellana) se considera una especie mucho más productiva y menos detestada pues tanto la amplia utilización de sus frutos (la avellana), como su madera, utilizada para la fabricación de bastones, aros de barricas y trabajos de torneado y marquetería, le confieren esta categoría.
Se trata de un pequeño árbol de tendencias arbustivas de hasta 7 metros de altura cuyas hojas son caducas, de forma ovado-acorazonadas, dentadas, aterciopeladas y que se disponen de forma alterna a lo largo de las ramas. De color verde intenso en la parte superior y más claro en la inferior. Las flores son unisexuales, las masculinas se reúnen en amentos colgantes, mientras que las femeninas permanecen erectas, son de tamaño insignificante y se manifiestan únicamente mediante los estambres que sólo se pueden ver en el momento de la floración, en invierno. Los frutos son aquenios globosos reunidos en grupos de 2 a 4 y están protegidos por un recubrimiento o invólucro de forma de campana muy dentada. Maduran en septiembre, son comestibles y además contienen un aceite de muy alta calidad utilizado para uso alimentario.


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